miércoles, 30 de noviembre de 2011
lunes, 21 de noviembre de 2011
sábado, 5 de noviembre de 2011
Fortalezas y desafios de la familia en México
El estudio de los desafíos y las fortalezas de las familias mexicanas es un campo que prácticamente no ha sido desarrollado en nuestro país. Sin embrago su estudio ha traído resultados muy fecundos en otros países.
En el siglo XXI, las familias enfrentan una serie de desafíos importantes que tiene que resolver. Algunos de ellos pueden ser clasificados como externos y otros provienen de sus características internas. La pobreza, la migración, el cambio cultural son algunos de los desafíos externos y que tienen que ser enfrentados por las familias. La secularización, la diferenciación simbólica, los cambios en la estructura de roles y los cambios entre las generaciones son aquellos que enfrentan las familias y que provienen de su configuración interna.
A pesar del gran valor que los mexicanos le atribuyen a la familia, hoy la vida familiar enfrenta muchos desafíos y tensiones. Especialmente en las tres últimas décadas, la sociedad mexicana ha experimentado una serie de cambios acelerados y para los miembros de las familias es difícil lidiar con ellos. En una sociedad crecientemente modernizada, la tradición ha estado perdiendo terreno, y la certidumbre sobre muchos hechos de la vida se vuelve frágil y contingente. Al mismo tiempo, los asuntos de la familia requieren de mayor esfuerzo y atención con el fin de sostenerlos y no hay otras instituciones que les den apoyo sustancial. El decreciente papel del Estado en la vida social, manifestado en el débil sistema de seguridad social, ha tenido también como resultado que las familia tengan que enfrentar todos los problemas y tensiones básicamente por sí mismas. Una gran cantidad de familias, por lo tanto, vive con altos niveles de estrés.
México ha experimentado en las últimas tres décadas una serie de crisis económicas que han deteriorado los niveles y la calidad de vida. Desde 1976 ha habido un decrecimiento en el ingreso real, el desempleo se ha incrementado en distintos momentos, y el empleo formal ha registrado importantes reducciones. A pesar que desde los años ochenta el Estado ha puesto en práctica una política de estabilización y de ajuste estructural, estas tendencias continúan desarrollándose. El aumento de las desigualdades era el principal riesgo que se enfrentaba si estas tendencias continuaban creciendo y esto fue reducido o contrarrestado a través del rápido desarrollo de la economía informal. Como consecuencia de las medidas de estabilización y de ajuste estructural, la distribución del ingreso se volvió más desigual. Por lo tanto las familias han enfrentado un deterioro en sus ingresos y para sobreponerse a ello han tenido que desarrollar diferentes estrategias para manejar e incrementar sus ingresos. Una de las respuestas que las familias que han dado es el aumento de la fuerza de de trabajo familiar, a través de la intensificación del trabajo asi como del desarrollo de una actividad económica adicional u horarios de trabajo más extenso, por parte del jefe del hogar. Pero la incorporación de más miembros de la familia en los mercados de trabajo constituye uno de los resultados. La presencia de las mujeres en el mercado de trabajo es significativa: mientras que el 1940 representaba 8% de la población económicamente activa, y de acuerdo con proyecciones para el año 2010 esta cifra aumentara entre el 28% y 45%. El aumento de las mujeres casadas en la fuerza de trabajo han aumentado tan rápidamente para el año 2003 alcanzo casi el 32%.La consecuencia más relevante de este hecho es que la estructuración de roles dentro de la familia esta cambiando. Además de de los cambios de organización y estructuración de roles, estas tendencias económicas han tenido como resultado un problema importante de pobreza, tanto en las areas urbanas como rurales, a pesar de que es más profunda en las ultimas décadas. Algunas características que tienen las familias pobres son su tendencia a ser familia extensas; su tamaño es mayor que el promedio nacional; el numero de miembros que dependen económicamente de un miembro es mayor, tienden a vivir en forma hacinada en una vivienda, tiene mayor presencia de niños menores de 12 años; los niños asisten menos a la escuela, una proporción mayor de adolescentes trabaja; los jefes de familia tienen un nivel bajo de educación formal y tienden a ser jóvenes. Las difíciles condiciones socioeconómicas que enfrentan muchos mexicanos han aumentado al aumento de la migración, principalmente a Estados Unidos. La migración ha estado teniendo gran impacto en la vida familiar. Algunos de los cambios que está promoviendo en los pueblos pequeños son: 1) los cortejos entre los jóvenes son más abiertos aún cuando se mantienen a larga distancia, 2) los rituales de matrimonio tienden a tener lugar durante estaciones específicas, 3) la exogamia está aumentado. Aun cuando la expectativa de casarse con alguien del mismo pueblo o racho es alta, la migración ha brindado más oportunidades de conocer chicas o chicos de otras partes. 4) el aumento en la edad de matrimonio. Las mujeres y los hombres prefieren esperar más tiempo antes de casarse; quieren estudiar o trabajar con el fin de ayudar a sus familias y salir adelante en la vida, 5) hay una disminución en el patrón de residencia posmarital patriarcal y un aumento en el neolocal. Muchos migrantes antes de casarse, compran su propia casa.
Hoy también los mexicanos creen más, cuando tratan de resolver problemas, en los valores asociados al mercado libre, a la democracia y a la importancia del pensamiento científico que en los valores asociados a la religión. Pero además de la secularización y la racionalización, Berger y Kellner han señalado que en la sociedades modernas se ha presentado un proceso de pluralización de los mundos de significado no solo en la esfera pública sino también en la privada, lo cual ha tenido impacto en la vida familiar La pluralización en el mundo privado ha llamado a este proceso, la diferenciación simbólica. Los padres tienen diferentes opciones para elegir con el fin de educar a sus hijos, invierten mucho dinero, tiempo y energía tratando de buscar una buena educación complementaria. En las tardes mandan a sus hijos a clases de música, deportes y lecciones de arte, a distintos tipos de terapia, etc. Hoy los niños son educados en un contexto de diversidad, un niño puede tener como compañero de clase a un niño de padres divorciados, a un niño que pertenece a una familia monoparental, a un niño con creencias religiosas distintas o cuyos valores familiares son seculares. La definición entre la educación en la familia y en la escuela implicaba un equilibrio delicado entre la autoridad de los padres y de la escuela. La autoridad de los primeros tendía a ser respetada por la escuela. Hoy la incorporación de la psicología y la pedagogía dentro de la administración y el manejo de las escuelas han tenido un impacto importante en la autoridad de los padres. Como ha señalado Berger, con el desarrollo de la ciencia y el ensanchamiento de sus esferas de aplicación, las esferas individuales, familiares y privadas han sido incorporados como objetos de cuantificación y de experimentación científica. Las certidumbres que tenían antes los padres sobre cómo educar a sus hijos, son ahora cuestionadas bajo los lentes de esta autoridad científica que la escuela representa. A pesar de que hay evidencia de que este es un desafío que enfrentan principalmente las familias de sectores medios, es probable que constituya un desafío para otros grupos sociales, dado a que hay una tendencia general en las escuelas de concluir la perspectiva científica proveniente de la psicología y la pedagogía. La apreciación del rol materno, además, estaba encadenada normativamente con otro, el de ama de casa, de tal forma que estos roles demarcaban socialmente el horizonte de la vida de las mujeres y su status social. Los horizontes de expectativas de las mujeres, incluyendo aquellos de las madres con niños dependientes, se están diversificando de tal manera que la contribución económica de las mujeres al bienestar familiar a través de una actividad económica aceptada hoy que en el pasado. La configuración del rol de las mujeres en forma más abierta hacia el exterior, debido a una actividad económica, presenta desafíos para los hombres y las mujeres con respecto a cómo van enfrentar y conciliar diferentes valores como pareja y como familia. Otro desafío importante que deriva de la estructura de los roles tradicionales están representando por las desigualdades de poder entre géneros. La división tradicional de roles ha supuesto a menudo una dependencia y sumisión por parte de las mujeres adultas con respecto a los varones adultos.
Como parte del cambio cultural que la sociedad mexicana está experimentando, hay un desafío importante que están enfrentándolas familias con respecto a las generaciones y la parentalidad. Las relaciones entre las generaciones dentro de las familias se están volviendo más problemáticas. Los padres enfrentan los problemas con respecto a cómo mantener su autoridad en una sociedad en donde las opiniones y las decisiones de los niños cuentan más, y tienen facultades para lidiar con los valores en los cuales fueron educados y una cultura que da más espacio a los niños.
Un desafío importante que están enfrentándolas familias mexicanas se refiere a la violencia que puede estar generándose como parte de los rápidos cambios que han experimentado las familias: los cambios en la estructura de roles, el deterioro de las condiciones económicas y sociales, la persistencia de las desigualdades de géneros entre las generaciones, el abuso en el consumo del alcohol y drogas, así como los cambios en las pautas culturales pueden generar tensiones que conduzcan al incremento del uso de la violencia. Las familias requieren de mejores herramientas para enfrentar estas situaciones y evitar con ello el uso de la violencia física o emocional en las relaciones familiares. La reconstrucción que hace acerca de los desafíos que enfrentan las familias mexicanas nos ofrece un panorama parcial de ellos. Falta realizar más investigación sobre la dinámica interna de las familias para poder establecer otro tipo de desafíos.
LAS FORTALEZAS DE LAS FAMILIAS MEXICANAS
A pesar de la importancia fundamental que tiene la familia para los mexicanos, los científicos sociales no han desarrollado una investigación basada en las fortalezas de las familias. Olson y DeFrain señalan que diversos autores han establecido la hipótesis de que existen tres grandes dimensiones que identifican las principales fortalezas de las familias o diferentes países o en diferentes grupos sociales con distintos antecedentes étnicos. Estas tres dimensiones son la cohesión, la flexibilidad y la comunicación familiar. En términos generales podemos decir que las familias mexicanas son fuertes. Tomamos la primera dimensión de cualidades que señalan los dos autores, es decir, la cohesión, para analizar el caso mexicano. Los autores incluyen en este grupo el compromiso con la familia; el de pasar tiempo juntos realizando actividades conjuntas, compartir sentimientos e ideas y disfrutar la compañía del otro. Las familias mexicanas tienen un alto grado de cohesión en el sentido de que los miembros de la familia están fuertemente orientados hacia la familia. En la cultura mexicana la fuente principal de la cohesión familiar proviene de un comunitarismo con base institucional, y en las sociedades industrializadas parece provenir de una base institucional fuertemente individualista.
En virtud de que el comunitarismo da mayor importancia a los intereses del grupo y no del individuo, generalmente tiene nivel más alto de coersión. En una cultura comunitaria la cohesion familiar demarca los parámetros en los que el individuo puede ser feliz o satisfecho. La cohesión no es resultado de la fuerza externa del grupo que limita la individualidad, sino de un proceso de negociación entre los propios individuos.
La cohesión en la sociedad mexicana, se relaciona con otra fortaleza importante, es decir el familismo. Otra fuente importante de cohesión proviene de un elemento que puede ser considerado como una fortaleza importante, es decir, la red de parentesco o de parientes. Las redes de parentesco constituyen una extensión de la cohesión familiar del núcleo. La cohesión era tan fuerte entre el grupo de parentesco que esta se manifestaba, por ejemplo, el hecho de que tenían que enviar a sus hijos al mismo club o escuela. Hoy algunos de estos rasgos están disminuyendo, particularmente en las grandes ciudades como la de México, debido a los cambios en la estructura y desarrollo urbano, y a que grandes distancias dificultan los encuentros. Adler y Perez-Lizaur sostienen que en México el sistema familiar de tres generaciones, con su red de parentesco fuerte, proporciona seguridad económica, social y emocional al grupo y a los individuos, pero también las restricciones sobre los individuos son más pesadas, y por lo tanto, tienden a carecer de libertad personal. Parece que la cohesión en la sociedad mexicana ha estado fuertemente asociada con un bajo nivel de libertad de elección para los individuos. Las familiar no solo tienden a vivir en la cercanías, generalmente en el mismo terreno o cerca de los parientes, sino que los hijos varones cuando se unen o casan, se van a vivir en la misma casa de sus padres, llevan a su pareja o esposa con ellos y ella se subordina. Para conocer el tipo de modalidad de cohesion interna que tienes las familias, Olson y DeFrain han señalado varios elementos que pueden ayudarnos a determinarla: 1) El grado de separación y de aglutamiento entre los miembros de la familia; 2) El balance que se establece entre la individualidad y la dimensión de nosotros; 3) El grado de cercanía emocional entre los miembros de la familia; 6) La lealtad que tienen unos con respecto a otros; 7) El grado que comparten o no la realización de actividades. De acuerdo con Olson y DeFrain, la segunda dimensión de la calidad de las fortalezas que tiene las familias, sin importar su identificación étnica o país de origen, está constituida por la flexibilidad. Los individuos desarrollan sus recursos personales con el fin de satisfacer sus necesidades; ellos han desarrollado un gran sentido de individualidad y de libertad de acción dentro del contexto familiar. La definición de la flexibilidad familiar de Olson y DeFrain supone otro hecho importante, es decir, la flexibilidad de roles, en el sentido de que los miembros de la familia pueden cambiar las tareas y los roles con el fin de responder a ciertas instituciones.
La tercera dimensión de las cualidades de las fortalezas que tienen las familias, siguiendo la caracterización de Olson y DeFrain, se refiere a la comunicación y aprecio positivo y a la de tener afecto entre los miembros de la familia. La familia mexicana, en efecto,es una institución importante de solidaridad.
Las relaciones de pareja en el México moderno
El estudio de la intimidad en las relaciones de pareja es un tema difícil y poco estudiado en México. La intimidad se presenta de una forma privilegiada en aquellos que han sidollamados grupos primarios, como la familia.
El marco conceptual
Jamieson y Giddens han sostenido que en todas las sociedades existen forma de vida en pareja o de relación entre padres e hijos que desarrollan algún tipo de intimidad. Si la intimidad es definida como cualquier tipo de asociación cercana en que las personas adquieren un sentido de familiaridad, es decir, un conocimiento detallado compartido acerca de cada miembro de la pareja o de la familia, entonces es imposible concebir una sociedad sin intimidad. En las sociedades occidentales contemporáneas se asume que se requiere una interacción intensa con una persona para realmente conocerla y comprenderla. Con base en lo anterior, podemos decir que la sociedad mexicana del siglo XX también desarrolló formas de intimidad particulares.
La lucha por relaciones de género más igualitarias era ahora considerada como moderna y como uno de los rasgos que debía fundar las relaciones de pareja en la familia. La lucha por la igualdad de género era promovida por parte de un proceso de liberación. El desarrollo por parte de las mujeres de una actividad laboral extra doméstica también representaba en un terreno de liberación, en el que las mujeres buscaban una mayor igualdad y cuestionaban la estructura convencional de roles entre la pareja. La concepción sobre el matrimonio de compañerismo tal y como se entienden en la actualidad y que han sido descritos por Jamieson y Giddens se amplió y desarrolló aún mas gracias a la influencia que ejercieron los movimientos sexuales libertarios. En la literatura sobre la familia es aquella que se refiere a la calidad de las relaciones entre la pareja. En México el amor romantico se empezó a desarrollar entre las clases altas españolas y criollas en el siglo XIX. El matrimonio como institución tiene un peso mayor en la vida que desarrollaba la pareja que el proceso de la intimidad, el amor erotico y la búsqueda de la felicidad. Este tipo de matrimonio también estaba ligado a la tarea de la reproducción de la especie. Durante 1950 y 1970, en el nivel económico, la alta disparidad en los niveles económicos de la actividad económica entre hombres y mujeres persistió debido al modelo de desarrollo seguido. Este fue un periodo en donde la industrialización y la urbanización tuvieron un importante desarrollo. Grandes proporciones de individuos migraban a las ciudades en busca de nuevas oportunidades. Por lo tanto la diferenciación de la estructura de roles dentro de la familia continuó acentuando el desarrollo de los roles nucleares modernos, del padre como único proveedor de recursos y de la esposa madre ama de casa. Las tasas de mortalidad durante este periodo se redujeron drásticamente gracias a la expansión de los servicios educativos y la infraestructura sanitaria.
Una de las consecuencias más importantes del descenso de los niveles de mortalidad y del aumento en la esperanza de vida es que propició la formación de familia completas y ofreció un ámbito en el cual se podían ordenar establemente en el tiempo las trayectorias de vida de los individuos. Es decir, permitió que las familias pasaran mucho mas tiempo juntas abriendo asi la posibilidad para el desarrollo de vínculos afectivos duraderos, lo cual era propicio para el desarrollo de las relaciones familiares con una intensidad afectiva mayor.
De esta manera, en este periodo se presentaron las tasas de fecundidad más altas de la historia. Así al final de los años setenta la tasa general de fecundidad fue cerca de 7 hijos por mujer, mientras que al inicio del siglo era de 4.7. Después la viudez perdió importancia como causa para interrumpir las uniones y la separación y el divorcio permanecieron a niveles muy bajos esto puede ser visto como un indicador de cómo tanto mujeres como hombres tendían cada vez más a seguir un patrón normativo de vida en pareja. Durante este periodo proponen Jameison y Giddens que floreció en la vida de pareja un tipo de intimidad que ponía más énfasis en el amor y en el cuidado mutuo. Es una época en el que el conocimiento y compresión del sí eterno no tenía lugar. Pero los hombres y mujeres elegían cada vez más casarse por amor y proteger su relación con la privacidad y la distancia frente a los otros. El hogar se volvió un santuario privado, un orden apropiado para la intimidad entre sus moradores.
La intimidad en 1970 – 2000
Durante este periodo se desarrollaron una variedad de formas familiares que coexitieron entre si y con ello también coexistieron distintos tipos de intimidad. Estas fueron resultado de los cambios que experimentó el país en el nivel económico, en su dinámica y composición demográfica y en el nivel cultural y social. Desde el punto de vista económico, el cambio más importante radica en la gran incorporación de las mujeres esposas amas de casa y madres, especialmente de hijos pequeños al mercado de trabajo, el cual alcanzó en 2003 el 32%.
Desde el punto de vista demográfico, los cambios más importantes fueron: una drástica reducción de la tasa de fecundidad de 7.2 hijos por mujer en los años setenta a 2.4 en el 2000.
Desde el punto de vista sociocultural los cambios más importantes que hemos presenciado son: una mayor complejización de la estructura social y cultural de tal forma que hoy podemos observar una variedad de estilos de vida y modelos culturales en torno a lo que significa una pareja, una familia, una educación de los hijos, que no son coherentes entre sí pero que coexisten.
Ello genera mayor diversidad. Los roles familiares se están flexibilizando y las bases del matrimonio o la unión están cambiando puesto que los individuos más a menudo evalúan su matrimonio y sus vidas como pareja basados en las satisfacciones emocionales y afectivas que les brinda. A pesar de que la mayoría de los mexicanos continúa eligiendo relaciones íntimas de largo término, incluyendo aquellas basadas en el matrimonio, el énfasis dado a la intimidad ha conllevado al florecimiento de otros tipos de vida personal como pueden ser los arreglos del tipo o el crecimiento de la cohabitación.
El surgimiento de la familia nuclear en México
En el campo de estudios sobre la familia es común escuchar las críticas y los rechazos que se tienen respecto de la familia nuclear, es decir, el grupo de parentesco conformado por los padres y sus hijos dependientes. Se critica su visión biologista y patriarcalista acerca de la construcción de género, así como la desigualdad que se establece en sus relaciones internas. Cuando se habla de familia la referencia inmediata implícita es la familia nuclear. El estudio de ella ha sido escaso y superficial. Rosario tiene como objetivo describir el proceso por el cual se ha dado el surgimiento de la familia nuclear moderna en México, tomando como referencia tres dimensiones analíticas: la estructura familiar, las relaciones familiares y las relaciones de parentela.
La familia tres dimisiones analíticas
La estructura familiar comprende al grupo de personas que viven bajo el mismo techo, la amplitud y composición de este agregado de corresidentes, las reglas con las cuales éste de forma, se transforma y se divide. La segunda dimensión incluye las relaciones de autoridad y de afecto al interior de este grupo de corresidentes, los modos a través de los cuales éstos interactúan y se tratan, las emociones y los sentimientos que prueban el uno con el otro. La tercera dimensión se refiere a las relaciones existentes entre grupos distintos de corresidentes que tengan lazos de parentesco, la frecuencia con la cual éstos se ven, se ayudan, elaboran y persiguen estrategias comunes para acrecentar, o al menos para conservar, sus recursos económicos, su poder, su prestigio.
Teniendo en cuenta estas tres dimensiones tratara de reconstruir como se ha presentado el proceso de surgimiento de la familia nuclear en México. Para comprender la importancia que tienen estas tres dimensiones en el análisis actual es necesario describir cual era el modelo dominante bajo el cual se construyó buena parte de la sociología de la familia, la forma que asumió el análisis de dichas dimensiones hasta los años setenta del siglo XX y los cuestionamientos que recibió en la década de los setenta.
La tesis de la existencia de un proceso de progresiva simplificación de las estructuras familiares, que se presente todavía en forma dominante en la sociología hasta los años setenta, derivo de una instancia evolucionista que a partir de pensadores del siglo XIX, permeó y condicionó también las reflexiones sociológicas del siglo pasado crenado una continuidad que vinculaba idealmente a Durkheim quien formuló la ley de contracción progresiva de la familia, con Parsons quien sistematizo los procesos de cambio en las estructuras familiares en términos de nuclearización y de especialización familiar.
Durkheim rechazo una concepción de la familia en términos de grupo natural y la definió como una institución socialmente determinada. Consideraba a la familia nuclear conyugal como el punto de llegada de una evolución, en el curso de la cual dicha institución se contraía cuanto más se ampliaba el ámbito social con el cual el individuo estaba en relación inmediata. Del clan exógamo amorfo, que constituía la primera agrupación político doméstica, se pasó a la familia clan uterina o masculina, a la familia agnada n dividida, a la familia patriarcal romana, a la familia paterna germánica y a la familia conyugal monogámica moderna.
Parsons concentró toda su reflexión en el contexto de clase media urbana americana, consideró a la familia nuclear compuesta por los padres y los hijos dependientes, aislada de la parentela particularmente adecuada para transmitir todo el sistema de valores de la sociedad americana, concentrada en lo que se puede definir como una filosofía del éxito, del logro social.
En la sociedad moderna, la familia se desvincula de la parentela y tiende a reducirse siempre más a la familia nuclear, se caracteriza como grupo privado, pierde potencialidad desde un punto de vista funcional conservando un número limitado de funciones, en particular, la estabilización de la personalidad adulta y la socialización primaria de los niños, aunque la sociedad depende de estas funciones residuas de la familia, de manera mucho más exclusiva que en las sociedades tradicionales. De ahí la centralidad y la importancia de la familia en la sociedad moderna y contemporánea: nuclearización no es sinónimo de pérdida de centralidad.
Nuclear, se refiere a l conjunto familiar, pierden centralidad la lealtad y la dependencia parental porque no es dentro del grupo parental que el sujeto encuentra seguridad, apoyo, recursos para la satisfacción de muchas de sus necesidades. La familia nuclear, la familia conyugal se separa de la parentela, se individualiza respecto de ella y esto se advierte en los siguientes aspectos; a) desde el punto de vista espacial del asentamiento, la familia moderna es neolocal. En el momento en el que se constituye va a vivir en la una vivienda diferente de aquélla de las respectivas familias de origen de los conyugues, b) desde el punto de vista material, es la inserción en el mercado de trabajo la que determina el nivel de recursos a disposición de la familia y ya no más la participación en una actividad común como el cultivo del mismo pedazo de tierra que da de comer a varios núcleos familiares; y c) desde el punto de vista relacional afectivo psicológico, la identidad, la seguridad del sujeto no tiene sus raíces en el reconocimiento en una comunidad adscriptiva, la parentela, a la cual se pertenece por nacimiento y no por elección.
Stone sostenía que el surgimiento de la familia nuclear moderna debía ser remitido al periodo preindustrial. De acuerdo con Stone, la familia en particular la inglesa, había pasado a través de tres diferentes tipos en tres épocas distintas: la “familia de linaje abierto”, formada entre 1450 y 1630, se caracterizaba porque sus miembros, en los estratos más alto, estaban sometidos a un fuerte control por parte de la parentela y de la comunidad, y porque las relaciones generacionales y conyugales eran distintas. La “familia nuclear patriarcal restringida”, formada entre 1550 y 1700, se caracterizaba por la decadencia de la parentela y de la comunidad, por el creciente peso de la unidad conyugal elemental y por el patriarcado, por el poder del varón marido-padre. La transición a este tipo de familia fue impulsada por la configuración del Estado moderno y favorecido por la reforma protestante. El tercer tipo, la “familia nuclear doméstica cerrada” comenzó a surgir en las clases medias y superiores hacia 1620 y consolido hasta 1800. Estuvo caracterizada por la persistente defensa de los confines de los cuales se había circundado la unidad familiar, así como el progresivo decaimiento de la influencia ejercida sobre ella tanto por los vecinos, como también por la parentela. La formación de este tipo de familia se explica a partir del nacimiento del “individualismo afectivo”, es decir, de los profundos cambios provocados en el modo en que el individualismo y el modo en que se comportaba y sentía en relación con otros seres, en particular respecto de la esposa y de los hijos, y respecto de los padres y parientes.
Con base en estos cuestionamientos podemos concluir lo siguiente: a) la industrialización, más que crear a la familia nuclear,contribuyó a su difusión entre estratos y clases sociales que presentaban otras formas organizativas hasta el punto de transformarla en la forma familiar predominante de la sociedad moderna; 2) las tres dimensiones señaladas no mantienen una relación unívoca entre sí, sino que es importante analizar el contenido de cada una de ellas y, a partir de esto, ver la relación que se establece. A partir de esas tres dimensiones se puede reconstruir para el caso de México, como se ha presentado el surgimiento de la familia nuclear.
En la época prehispánica, en el centro del país, la estructura familiar extensa y compleja se presentaba en forma frecuente, estaba estrechamente ligada a la configuración y al funcionamiento del calpulli desarrollando funciones sociales y económicas importantes. El establecimiento de alianzas, la distribución por linajes de obligaciones, competencias y derechos y la organización de la autoridad grupal eran reforzados por los valores en torno a la sexualidad. La endogamia era fuertemente defendida. Dentro de la familia elemental, las relaciones familiares estaban estructuradas sobre la base de la división de los sexos y de las edades; la ideología sexual tendía a reforzar la autoridad paterna casi absoluta sobre los hijos, de tal forma que el margen de decisión se encontraba seriamente limitada. En este sentido la cohesión familiar no dejaba espacio para la libertad individual y los intereses del grupo y de la comunidad ejercían un predominio. Otra fuente de la cual pueden desprenderse algunos rasgos de las relaciones familiares eran los “discursos antiguos” o huehuetlacolli, a través de los cuales se inculcaban valores morales; eran consejos que daban los padres a sus hijos sobre la sexualidad, el matrimonio y las buenas costumbres. Con la llegada de los españoles, las relaciones de parentesco y la organización familiar sufrieron fuertes modificaciones.
martes, 1 de noviembre de 2011
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